¿Qué debemos tener en cuenta la a hora de abordar una impermeabilización de terraza, cubierta plana o balcón?

 

Existen dos factores importantes que debemos plantear para adaptarnos a la meteorología de Gipuzkoa:

 

1. Material de la impermeabilización.
2. Posición de la lámina impermeable.

 

 

1. Tipos de láminas o materiales de impermeabilización, clasificación de los más usados, ventajas e inconvenientes:

 

 

Materiales bituminosos: Se trata de aquellos fabricados mediante compuestos asfálticos, también conocidos como «tela asfáltica», pueden soldarse entre ellos o al soporte, existiendo diferentes tipos y acabados.

 

Ventajas: Gran protección impermeable, moldeabilidad, resistencia moderada al punzonamiento.

Desventajas: Necesidad de protección sobre la lámina, no adecuado para revestimientos pegados sobre la lámina. Dificultad para encontrar puntos conflictivos.

Su uso está muy extendido, se trata de uno de los materiales más usados en cuanto a impermeabilizaciones clásicas se refiere.

 

Láminas poliméricas, PVC, EPDM…: Como en el caso de las asfálticas, existen multitud de compuestos diferentes, los más utilizados en construcción son las tipo PVC. Este tipo de láminas se sueldan mediante químicos. Existen tipos de lámina adecuadas para intemperie, que no requieren protección adicional.

 

Ventajas: Gran protección impermeable, resistencia moderada al punzonamiento.

Desventajas: Necesidad de protección sobre la lámina en algunas ocasiones, no adecuado para revestimientos pegados sobre la lámina. Dificultad para encontrar puntos conflictivos. Necesidad de personal especializado. Poca adaptabilidad a encuentros

Uso menos extendido en vivienda. Más usadas en uso industrial y grandes superficies. 

 

Morteros Impermeabilizantes: Su uso es relativamente nuevo. Son muy útiles en rehabilitación, donde se requiere una gran adaptación a los elementos existentes. Se trata de un tipo de impermeabilización líquida, base cementosa, que se aplica a rodillo generalmente, en capas sucesivas, reforzándola con malla, sobre el soporte.

 

Ventajas: Adaptabilidad al soporte existente, facilidad de aplicación, facilidad de localización de elementos deteriorados. Compatibilidad química con colas y adhesivos, permitiendo situar la lámina a continuación del material de acabado.

Desventajas: Necesidad de protección y cubrición. Resistencia limitada al punzonamiento. Resistencia limitada a la flexión, necesidad de juntas al encontrarse completamente adherida al soporte.

Láminas impermeables y plásticas: En este caso hablamos de láminas tipo Green Pro, de la casa Kerakoll o las proporcionadas por la casa Schluter, las más utilizadas actualmente. Se trata de láminas que combinan la flexibilidad y versatilida de los morteros impermeabilizantes, aportando flexbilidad e independencia con materiales de revestimiento adhesivados al soporte. 

 

Ventajas: Flexibildad y gran resistencia a dilataciones del soporte. Resistencia moderada al punzonamiento. 

Desventajas: Necesidad de tratamiento de juntas (punto débil del sistema) mediante cintas adhesivadas con cola especial. Precio elevado. 

Existen diferentes materiales líquidos como las ureas, además de los productos basados en la fibra de vidrio, que no serán tratados en este análisis por tener un uso más específico y ser menos utilizados en edificación en el Pais Vasco.

2. Posición de la lámina impermeable:

Según las normas UNE, en concreto la norma ​​​120:39/2017 (no de obligado cumplimiento) la lámina impermeabilizante debe de colocarse lo más pegada posible a la capa de revestimiento, evitando ciclos de humectación – desecación del paquete sobre la lámina.

El CTE nos indica la posición de las láminas de impermeabilización atendiendo al material de la misma.

Según nuestra experiencia, lo más adecuado, es colocar las láminas según nos marca la UNE, es decir, en la zona superior del paquete de cubierta, evitando las eflorescencias que los procesos humectación-desecación pueden producir.